KITESURFING BLOG MALLORCA
Uno decide ir a la playa a dar un paseo, es fuera de temporada de kitesurfing, vamos, que no hace viento, pero aun asi, la cabra tira p’al monte, ya se sabe …
El panorama desierto, tranquilo, acogedor, se podria decir. Ello da lugar a una especie de fusión con lo tuyo, con la arena, con el agua con el aire, con todas esas cosas que son tu pan nuestro de cada día, pero visto desde otro prisma, el de la tranquilidad … porque no hay viento
De pronto … un ruido que se acerca, a gran velocidad, nada relacionado con el kitesurf, evidentemente, ya que lo nuestro es casi silencioso -si no fuera por el chop chop o frsssssh de la tabla al deslizarse sobre la superficie del agua- y al girarse uno, porque el ruido vienen de atrás y por encima, que ves? una avioneta, una avioneta volando a apenas 30 o 40 metros por encima del agua, casi rozando la orilla

Se imagina uno la sensación del tipo que debe de ir en la cabina de la avioneta -porque eso era una avioneta, no un dron-, que gustazo, no? … peazo c…..! Imaginate tu que en ese momento esta uno con el kite en el aire? imaginate tu que el pavo no te ve? imaginate tu lo que llegaría a pasar? … de vertigo! que horror! …

Y allí se pierde el tio y su trasto volante, casi a ras de agua y como si estuviera solo en el mundo … ya te digo …
En ese momento, uno no puede por menos que darse cuenta de los riesgos que conlleva el echar una cometa a volar, claro que esas cosas no pasan, pero … mira tu, acaba de pasar …
Ná, a otra cosa mariposa. Sigue uno con el paseo que había iniciado y trata de no darle mas mente al asunto.
Se dirige uno entonces al pier, o pasarerla de madera que sobre el agua se adentra 60 o 70 metros. Es algo casi magnético. Como uno ande deambulando por la orilla y no tengas rumbo fijo, es casi seguro que acabas subiendote a la pasarela y caminas hasta el final.
La sensación es agradable, como no? … estas viendo el agua clara clarita y tu caminando sobre ella en lo alto y sin mojarse … que bonita es la playa de Alcudia! …
En estas que, ya estas casi llegando a la tercera parte de la pasarela cuando te paras y decides asomarte a lo de abajo. Primera cosa que se nota es que los pilares de madera, algunos de ellos, estan bastante damnificados, claro, imaginate tu el tiempo que hace que estan ahí.

Total, aunque algunos de ellos estén bastante hechos polvo, tampoco parece que se vayan a quebrar de un momento a otro pero, a fin de cuentas, que paz!, que tranquilidad!, que bonito todo!, que … que es eso que hay ahí abajo?

Digase, que pese a haber caminando casi 50 metros mar adentro, la profundidad en esa zona es minima, a lo sumo habra entre medio metro y un metro, la verdad es que el agua está tan clara que cuesta darse cuenta de la mucha o no tanta profundidad que hay pero … mira que curioso! hay dos montoncitos de arena ahí abajo …

Prestando más atención, osea, enfocando mejor, se da cuenta uno de que … aquello no es normal. osea, que seguro que nadie se ha desplazado agua adentro con dos montones de arena entre las manos para amontonar unos puñaditos de arena asi sin más …
Acto seguido, me llega a la memoria aquel infausto momento en el que bastantes años atras, en la playa de Cancún, pisé una mantarraya. Si hasta ahora uno se creía que sabía o mejor dicho, había experimentado la palabra dolor, uno se da cuenta que no, que eso no era nada, eso era solo una … molestia.
Dolor era lo que yo sentí aquel dia de otoño del año 2001 en que, con la cometa en alto y entrando en el agua confiadamente, pisé una mantarraya -enana, dicho sea de paso- Cuando ya había terminado con la primera toalla que me dieron y a medio camino de destrozar la segunda, con los dientes, me estoy refiriendo, es cuando se dá uno cuenta de lo que la palabra dolor, en su sentido más amplio, viene a significar.
Pues, mira tu, parece que lo que hay ahí abajo, gracias a la absoluta claridad del agua, es ni mas ni menos que un par de mantarrayas baby, o casi baby, enterradicas en la arena.
Ya fijandose obsesivamente en los dos montoncitos de arena, se aprecia que … hasta tienen rabito, el mismo rabito que me aguijoneó y que, por extensión aguijonearía a cualquier incauto que depositara inadvertidamente la planta del pié sobre ellas …

Y eso … pues vaya con la playa!, primero la avioneta orilleando, al rato dos bichos camuflados y en actitud de picar a algo que se acerque, sea su comida, sea el pie del bobo que creyendose que la playa y el agua es nuestro elemento, no pasa nada porque uno entre a tomar un baño. Discutible opinión esta, a la vista de los acontecimientos …
Total, intentando no pensar mas en ello, sigue uno hasta el final de la pasarela, notando al mismo tiempo que no deben de ser uno ni dos los pilares que estan en las últimas, debe de haber varios mas de ellos … porque la pasarela bajo mis 74 kilos de peso, se tambalea, suave, pero notoriamente. A ver si se va a venir esto abajo! … retrocedamos prudentemente …
Como aún sigo mirando al agua, esta vez por el otro lado de la pasarela, noto pequeñas piezas de posidonia, es normal, están, o deberian de estar por todas partes, aun asi, son minimas si comparadas con la sopa/puré del verano pasado en nuestro spot a la izquierda del Pollentia Club … total … ya se sabe …

Peeero … arto ahí! -expresión esta, propia de una pareja de la Guardia Civil en pleno control callejero de alcoholemia, cualquier sábado de madrugada, y … ojo! que eso lo sé yo sólo de oídas, que, por la noche, yo duermo, después de recitar mis oraciones-
Que es eso? … eso no es posidonia, eso … eso es … una medusa acechando!!! … jodío bicho!

No si … ya te digo … Nada, vamos volviendo a la playa, porque poco a poco la idilica imagen de inocente playa desierta va perdiendo su categoría … desierta si, bueno casi, porque mira todo lo que ha ido pasando, pero inocente? … no tanto, no? …
Y. como guinda del pastel … cuando apenas faltan 30 metros para llegar al final de la pasarela por el lado de la arena, parece que … coño! cuantos pececillos!

Menos mal que no estamos en el Amazonas, porque al paso que va la excursión playera, sólo faltaría que fueran pirañas -que no lo son- …

Total, vuelve uno sobre sus pasos rememorando la jugada y comprendiendo -una vez más- que el agua marina no es nuestro elemento, esta clarísimo. A ver si va a ser verdad aquello que me decía un amigo, que, nuestro estado natural no es ni la playa ni el agua salada, ni mucho menos, lo nuestro es la terraza de un bar, y si mucho me apremias, con un gin tonic en la mano
Ahora ya, dejada la broma alcoholica al margen, reconozcamos que un escarpin de neopreno

o como poco un calcetin de neopreno que teniendo este menos suela, facilita mucho la penetración del pié en el footstrap y … va uno mucho mas tranquilo, son la solución para enfrentarse a lo que sea que haya en el fondo.

Y, al respecto de la medusilla, que como con toda seguridad no debe ser algo aislado y que con toda certeza debe tener mas parientes o mas amigas diseminadas por la zona, eso es así, tampoco está de más al entrar en el agua, llevar un neopreno que te proteja de cualquier roce indeseado con uno de esos bichos flotantes

De 2 mm si quieres tu, por aquello del calor, que yo, poco calor he tenido dentro del agua, y si ha sido así, con agacharse, dejar que el neopreno se llene de agua y volverse a levantar, el calor, se ha terminado.
Ay la playa! … la playa … déjate tu, que … donde esté el kitesurf …
Mejor navegando sobre el agua que a expensas de que te pique -o te muerda- algo haciendo lo que no hace falta hacer en el agua, deambular a lo bobo con tu bañador Speedo, porque … todo el mundo lo hace, osea, mojarse, chapotear un rato o hasta nadar unos metros hasta que se vuelve uno, o una, a la toalla …
Y cuando no hay kitesurf / blog kiteschool mallorca